Dormir contigo

Dormir contigo es dejar al sueño ser por unas horas,
perderse entre la oscuridad de tus párpados
y respirar sábanas hechas de tu olor. 
Soñarte es dormirse en colchones de dudas
y despertar con la certeza de quien ama
a sabiendas de que el amor no siempre es correspondido.
Dormirse, entonces, deja de ser una función para ser el medio
y justificarse en fines que aún desconoces.
Soñarte se convierte, entonces, en el único fin
que justifica mis duermevelas y tus tímidos ronquidos.
Duerme, mi sueño, déjanos ser unas horas más.