La admiración, al fin y al cabo, no es sino otra forma de amar. Y te admiro. Cuando te paseas por las vértebras de Madrid haciéndole cosquillas y sonrojando cada uno de sus semáforos,dejando a cuadros cada acera y haciendo que las banderas de los taxis bajen a media asta cuando te vas. Te admiro en cada balcón lleno de flores lloviéndote por las noches y en cada escaparate que espera verte en su reflejo. En cada funda de guitarra llena de monedas que podrías haber echado tú, y en todos los pasos de cebra que aún no hemos cruzado.
No me preguntes qué se del amor. Que solo se que lo siento y que es,también, admiración.
sábado, 5 de julio de 2014
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Algunas veces la admiración no tiene porque ser otra forma de amar, pero conforme la has escrito si se puede llamar amar.
ResponderEliminarMuy bonita entrada, me ha gustado un montón :')
¡Un besito y saludos!
Si pudiera poner un icono de boca abierta lo pondría ahora mismo.
ResponderEliminar"Cuando te paseas por las vertebras de Madrid haciéndole cosquillas y sonrojando cada uno de sus semáforos".
Me parece increible esa parte sin desmerecer el resto...
Creo que el amor es una admiración fuerte.
Salud.