jueves, 3 de noviembre de 2016

Singular

Era todo corazón. Pensaba que lo único que crecía cuanto más se daba era el amor. No secaba las lágrimas porque eran necesarias ni silenciaba las risas porque aprendió a descifrarlas. Valía más por lo que callaba que por lo que sabía, bebía más de lo que podía por si olvidaba. Abrazaba con los brazos y las piernas a la vida por si algún día se escapaba. Titubeaba tranquila y nerviosa era como mejor podía hablar. Aprendía a expresar sentimientos por escrito y lo mejor que podía contar no era verbal. El destino era el libro que siempre tendría una página más por rellenar. Repasaba el índice una y otra vez para encontrar una conexión que solo entendía ella. Leía el pasado en cartas sin enviar, veía el futuro en las líneas de su calma. Nunca respondía del todo, siempre cuestionaba de más.
Analizaba retratos con filtros, aplaudía los que quedaban sin publicar.
Besaba con los ojos abiertos y a puertas cerradas.
Nunca supe si era
la persona tercera
o yo.

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