domingo, 26 de enero de 2014

Con los ojos cerrados.

Me gustaría coger el coche y llevarnos al cine.
Llevarnos,
porque se que si no lo hago yo,
nadie me va a llevar.

Me gustaría acercarte las palomitas a los labios
y quitártelas justo antes de que muerdas
para ver la cara de tonta que se te queda.
Aunque la mía también debe ser un poema,
porque contigo todo
(mi cara, tus labios, las tardes, todo)
es un poema.

Al salir del cine me gustaría
tener la sensación de haber comprado una entrada
y no haber visto la película.
De haber pagado para poder mirarte dos horas seguidas
sin que nadie me interrumpa.
Y llevarte a la cama.
Y no mirarte más.
Cerrar los ojos y sentirte de memoria,
porque te se de memoria.
Y conozco cada línea de tu cuerpo
más que las de mis manos.

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