Hoy siento el alma atravesada por las flechas de un bando amigo.
El destino ha abierto fuego contra mi, y este no entiende de altibajos.
Hago balance de las últimas semanas ,los meses, el invierno
y mi dolor,que hasta hoy he callado,ha decidido salir de golpe del pecho.
Ya no me quedan lágrimas
Solo esta presión que,de vez en cuando, aparece y me recuerda dónde estoy.
La niña ya no se divierte en su fiesta y el baile de máscaras se le antoja tétrico,
casi fantasmal,
cuando busca entre tanto recuerdo y solo encuentra verdad en su pasado.
Llevo tanto tiempo sin morder la vida que me está ganando el juego,
me consume
y corro delante de ella cada vez más agotada.Esperando que se acabe la partida.
Las partidas
de todos mis puntos de apoyo.
La fulminación de mis contantes, los vitales,
los que ponían en marcha el reloj.
He hecho ayuno de abrazos y esperas.
He traído al frente toda la razón que me quedaba.
Y ya nada resta, ni suma.
Solo asumir que en la aritmética aplicada hay problemas sin solución,
que, a veces, los cálculos dan lugar a error
y que lo único que puedo obtener son aproximaciones.
Hoy emprendo un viaje y termino otro.
Empiezo a ser la mujer de mi vida.
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