Ya no te escribo por si estás despierta.
Después de noches enteras esperando un mensaje
asumí que nunca ibas a estar.
No sabes cuántas horas he mirado nuestras fotos.
He leído mensajes viejos.
He saltado de beso en beso hasta llegar al principio.
Y me he dado cuenta de que siempre te he querido,
y que siempre te he esperado.
Que estoy hecha para ser tu reloj de arena
que nunca se escapa entre tus manos.
Espero encontrarte algún día esperándome
y perder toda la paciencia que te di.
Y hacer de todo sin prisa,
como si la arena se hubiera quedado arriba
para siempre.
Como si no tuviese que esperarte más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario