sábado, 16 de agosto de 2014

Colgada.

De tus miradas esquivas. De tus sonrisas y lo que esconden. De lo que callas. De las risas que no ahogas. Del aire que me acaricia la nuca cuando duermes. De tu camiseta gris. De cuando te la quitas. De nuestros secretos. De la complicidad. De tu mal humor. De tu ceja levantada. De tu lengua. De tus manos. De la autoridad y la razón  que me quitas sin ser mías. De tu altruismo. De tu egoismo. De tu miedo. De ti. Desde el primer día. Totalmente. Como una tonta.

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