domingo, 17 de agosto de 2014

Privacidad.

Nos pensamos que poniendo un candado en la puerta,lo de fuera deja de existir, de saber que existimos, o que estamos dentro. Creemos que nuestras sábanas son a prueba de miedos y que apretando los párpados no le veremos las orejas al lobo. Y la verdad es que no es el candado,ni las sábanas, ni los párpados.
Ahora corremos para sentirnos libres  y no para serlo. Llamamos libertad a una imagen abriendo los brazos, como si el universo cupiese  en nuestras manos.
Y ni siquiera nos cabe el amor.
Mi amor. Se me escurre entre los dedos y lo derrocho. Que no sobra. Pero falta espacio en las vidas de los que lo rechazan. Minimalistas materiales que no dejan una puerta tras la que esconder su soledad.
Ciudades plagadas de virus informáticos y playas llenas de mano de obra barata.
No sobra el amor, solo faltan habitaciones de hotel para todos los besos que te debo.
Solo faltan redes wifi en los museos,cerveza en las bibliotecas y conocimiento.
Y ahora solo me faltas tú.

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