Me gustas así, tranquila. Pensando en el aire que coges y la vida que me echas a la cara. Apoyando las ideas en mis bombeos.
Pero cuando te exaltas y brotas entre las grietas de tanta mediocridad, y declaras la guerra a las buenas parejas y los mandatos de un dios que no te conoce.
Cuando inauguras los bajos de tus vestidos y brindas con mi boca. Entonces,el gusto es sólo un sentido de los seis que te pongo. Y el todo se convierte en una parte de ti.
Y yo, en un montón de partículas organizadas para que las disuelvas con tu caos lacrimógeno.
Y
un
minuto
se
convierte
en
sesenta
latidos
del
reloj.
lunes, 18 de agosto de 2014
Oh, clock.
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"brindas con mi boca" y otras formas tremendamente bonitas de besar.
ResponderEliminarUn abrazo