viernes, 29 de agosto de 2014

Espera.

No se puede programar el amor ni buscar huecos en la agenda para un polvo. Puedes jugar a controlarlo y hacerme esperar hasta que todo sea perfecto para algo serio. O puede que entonces me de por reír y tu agenda se quede llena de planes sin mí.
Podría esperar a septiembre, al final de la crisis, a tener un trabajo y estabilidad. Pero tengo ganas, y las tengo ahora. Y las ganas no se pueden posponer, programar, ni prometer. Porque sin avisar,se pierden.

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