martes, 20 de mayo de 2014

Limitaciones.

Decidme que el cielo es el límite
que mientras, seguiré subiendo.
Deleitarme entre sus ápices
nunca ha sido mítico,
si mágico, y químico.
Maniática del mérito,
del hábito,
del orden.
Metódica en sus prácticas,
retórica en sus besos.
Nunca espera respuesta
a la mímica de sus gestos.
Sus silencios son críticos,
nuestros baches cíclicos.
Las tardes efímeras
las noches eternas
Sin ella.
Los libros la retratan
y sin saberlo escribe sus trágicos,
abstractivos finales.
Puntos suspensivos que nunca aprendo a aprobar.
Decidme que el límite es el cielo,
que mientras, seguiré subiendo.




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