Llevas el mundo colgando del pelo
y mi sueño en tus párpados.
La sal de tus aguas
no escuece en las heridas
de este alma
a punto de extinguirse,
pero con ganas
de quemar los recuerdos
e incendiar tu cama.
Ojalá me entendieses
cuando te digo que tú más,
que yo más,
que siempre más,
que te quiero más.
Ojalá sigas sin entenderlo
y te quedes toda la vida
con la duda
y conmigo.
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